Al dar un giro a la agricultura tradicional, Diego Monjardín es un reflejo de una #AgriculturaConCiencia en Sinaloa
Marco Díaz
Sataya, Navolato, Sin., abril de 2020._ Diego Monjardín es un productor innovador que ha venido rompiendo paradigmas en la región donde establece su siembra, buscando mayor rentabilidad en su actividad y un menor impacto en el medio ambiente.
Congruente con sus palabras, Monjardín Ureta establece el 100% de su superficie de maíz bajo principios de agricultura sustentable; rotación de cultivos, mínima labranza o siembra directa, uso eficiente de fertilizantes, entre otros.
Socio activo de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, institución con la que el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo sostiene una relación colaborativa a través del programa MasAgro, Monjardín Ureta es consciente de que la comercialización es tan importante como la productividad, por ello, decidió establecer maíz amarillo.
Y es que, en Sinaloa, el cultivo que prevalece es el maíz blanco, con 452 mil hectáreas según el Sistema de Validación y Seguimiento Agrícola (SIVASA), mientras que de maíz amarillo se registraron apenas 7,716 hectáreas.
Su cultivo, explica, se sembró el 9 de noviembre, con 8.7 plantas por metro; “se ve muy sano, las primeras etapas tuvo buen clima, las lluvias de diciembre les cayeron muy bien”.
Monjardín Ureta prevé una un rendimiento por encima de 13 toneladas por hectárea que, considerando sus costos de producción, dejaría una utilidad aceptable para continuar en la actividad.
Para finalizar, el productor indica que fue prudente en las dosis de fertilizantes utilizados, debido a que la materia orgánica preservó nutrientes, según los análisis de suelo realizados.
