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Editorial

EDITORIAL. ESPEJISMO.

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ESPEJISMO

En los últimos años, pero sobre todo en las últimas semanas, el dólar se ha encarecido con referencia al peso mexicano. Su crecimiento, con respecto a enero de 2015, supera el 36%, al pasar de $13.34 en enero del año pasado, a $18.20, en 2016.

Esta alza desmedida mantiene a la expectativa a diversas actividades económicas, entre ellas la agricultura.  ¿Cuál es el impacto de la elevada cotización del dólar frente al peso en esta actividad primaria?

Para responder esta pregunta es importante diferenciar a la producción de granos, de las hortalizas, sobre todo en el caso de la exportación.

Se sabe que el 60% de la producción de hortalizas en Sinaloa se exporta directamente a los Estados Unidos, son estos empresarios quienes recibirán un impacto positivo en sus bolsillos, pues, como indica Raymundo Elizalde, la mayoría adquirió los insumos meses atrás, con un dólar a menor precio.

Y es que para el horticultor, recibir más pesos por la misma cantidad de dólares, es altamente benéfico, explica Elizalde Gastelo, Director de Eleven Rivers. Sin embargo, la relación entre los insumos y su indexado al dólar, también se deberá tomar en cuenta durante el próximo ciclo.

Más pesos por dólar no debe de ser un atractivo para elevar la superficie de siembra de hortalizas, pues se deberá considerar que mientras la demanda sea la misma, una mayor oferta afectaría directamente el precio del producto, llevándolo incluso a precios mínimos como ocurrió en 1997 y 2008, recuerda Elizalde.

En cuanto a los granos, principalmente a maíz y sorgo, cuyo precio está indexado a la cotización del maíz amarillo en la bolsa de Chicago, hay quien considera que un mayor precio del dólar frente al peso resulta positivo para el productor. Nada más alejado a la realidad.

Con la fijación del precio objetivo para el maíz, a tres mil 300 pesos por tonelada, y ante una estrepitosa caída del maíz, hasta los 146 dólares, el gobierno estaría obligado a otorgar un apoyo por 642.80 pesos al productor para que éste alcance el precio objetivo.

Es decir, mientras la cotización del maíz en Chicago continúe a la baja y no supere el precio objetivo, solamente disminuirá el monto que el Gobierno Federal tendrá que aportar para compensar al productor.

Asimismo, se debe de considerar que los principales insumos, como los fertilizantes, también están indexados al dólar, por lo que su precio al agricultor también ha ido en aumento, comenta Altagracia González Gastélum.

En ese aspecto, el único grano que se vería y seguramente se verá beneficiado, es el garbanzo, cuya cosecha no es para consumo nacional, sino para exportación, pues el Blanco Sinaloa es altamente apreciado alrededor del mundo.

Ante la baja superficie registrada en el ciclo agrícola 2015-2016, el futuro del garbanzo sinaloense es halagüeño, pero no hay que perder de vista que ya existen algunos países que compiten directamente con nuestros productores.

Así pues, un dólar caro, no es necesariamente positivo para la agricultura, es más bien un espejismo que deja beneficios al momento de vender el producto, no así durante la compra de agroinsumos y la producción en sí.

Marco Díaz / @Marcodiazr87

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