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Editorial

El orgullo de ser agricultor.

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Esfuerzo, trabajo, dedicación, constancia, fe, optimismo, amor, solidaridad, pasión, esperanza, innovación, creatividad, compromiso, responsabilidad, bienestar y desarrollo son sólo algunos de los valores que los productores sinaloenses ponen en práctica todos los días al labrar la tierra.

El fruto del trabajo del productor se refleja día a día en millones de familias que disfrutan de los alimentos.
¿Cómo guisar un bistec sin tomates? Ni tortillas, chiles y tantos productos que nutren a las familias mexicanas, de Estados Unidos y Canadá, etc., e incluso de los granos que llegan a otros continentes.

Por muchos años, los productores sinaloenses han provocado el recelo ante sus pares de otros estados de la república pues son señalados porque argumentan que Sinaloa acapara los recursos públicos para la agricultura.
Los agricultores han demostrado año con año que son una pieza clave para la soberanía alimentaria del País. Se ha insistido en cuanto foro que la agricultura de subsistencia y como negocio, requieren tratos muy particulares.
Es justo que se ponga en primer lugar el papel del agricultor, sobre todo por los riesgos que se corren si su actividad se ve truncada.

Al cultivar la tierra, por más preparado que esté el productor, en muchas cosas queda a la buena de Dios, pues no sabe si vendrá un buen temporal o las condiciones del mercado le serán favorables.
En el caso de Sinaloa, ostentamos el primer lugar en varios productos como maíz, tomate, chile, pepino, berenjena entre otros. Si se eliminara o disminuyera de golpe y porrazo la superficie de granos en el estado, los consumidores resentirían de inmediato los efectos de tal acción. Lo mismo aplica con respecto a la economía que la horticultura genera.

Pareciera una ocurrencia que los productores dejen de labrar la tierra, pero no lo es. En los últimos cuatro años la rentabilidad ha sufrido muchos estragos, por lo que muchos han dejado su actividad.
Las políticas públicas son necesarias, y no deben ser solo para invertirle mayores recursos a la agricultura, sino que deben estar dirigidas a esquemas innovadores que no formen paternalismos ni dependencias. Deben generar condiciones para competir y sobrevivir en esta difícil, pero hermosa labor.

Marco Díaz / @Marcodiazr87

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