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Agricultura, Colaboración

El Reto del Productor Agrícola por «Ser Sustentable”.

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Ing. Agr. MPH Víctor Omar Cota Quintero

Los Mochis, Sin._ En estos días, la palabra SUSTENTABILIDAD la escuchamos por todos lugares y medios de información, ha librado ya la tendencia de ser solo una estrategia de negocios enmarcada dentro del marketing empresarial, volviéndose una exigencia de parte de los consumidores y el que una empresa sea sustentable está dejando de contar como una ventaja para convertirse en un valor imperioso que permita participar en los diferentes mercados en los cuales tiene enfocados sus recursos. En una definición muy concreta, SER SUSTENTABLE es hacer un uso correcto de los recursos actuales sin comprometer los de las generaciones futuras.

Para un agricultor o productor agrícola, convertir sus operaciones agrícolas en sustentables significa enfrentarse a la incertidumbre sobre el impacto que tendrán en el rendimiento y calidad de sus cosechas y por ende en su rentabilidad en el corto plazo y su permanencia en la actividad en el mediano.

Por definición, la agricultura es una actividad cuyos resultados dependen entre otros etcéteras del clima presente (con el cambio climático, ya no es característico) en cada región en particular; siendo éste un factor clave que impacta en los planes de sustentabilidad por parte de los agricultores.

La convivencia de la PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS y el CAMBIO CLIMÁTICO con sus afectaciones recurrentes en distintas partes del mundo han propiciado la modificación de los ciclos de vida de especies animales y vegetales, de los calendarios de siembra/cosecha así como de los patrones de producción de cultivos repercutiendo en la oferta y demanda de alimentos, con un incremento en los costos de producción de los cultivos a una tasa de riesgo más elevada por la presencia de plagas y enfermedades, malezas resistentes, pérdida de tierras cultivables, contaminación de cuerpos de agua eso sin considerar siquiera las variables económicas que afectan los precios de venta de las cosechas.

Aunado a todo lo anterior, recae en el agricultor las exigencias de un consumidor informado que se preocupa por la forma en que son producidos los alimentos que lleva a su mesa así como el impacto ambiental que dichas prácticas tienen en el entorno local donde son cultivados. Dichas exigencias hacen eco inmediato en las principales cadenas minoristas de supermercados que requieren contar en sus estantes con alimentos sanos, frescos, nutritivos, inocuos, rastreables, con niveles de residuos permitidos por las legislaciones; en las empresas agroalimentarias que industrializan los frutos del campo y que una vez transformados en alimentos procesados necesitan contar con una cadena de suministro de materias primas sustentables y transparentes en cualquier momento con el fin de garantizar seguridad a sus clientes distribuidores al detalle y compradores finales. Sumémosle a ello, la presión creciente de grupos ambientalistas que propician regulaciones y normas cada vez más estrictas de parte de las entidades gubernamentales.

Por lo tanto, la actividad agrícola busca lograr la sustentabilidad ante los retos ya mencionados. Esto implica que sus procesos preserven, protejan y conserven los recursos naturales, humanos y económicos  actuales y futuros a fin de ser sustentables.

En el escenario actual de una población mundial creciente, informada y que se cuestiona hacia cual empresa destinar su dinero mediante la compra de bienes de consumo o servicios, no tiene cabida la agricultura basada en la dependencia exclusiva de insumos de origen químico para la fertilización de suelos, nutrición y protección de cultivos.

Múltiples desafíos, tienen múltiples alternativas para enfrentarlos; la clave es contar con opciones que permitan seguir siendo y haciendo rentables los agronegocios a la vez que sustentables. Una de tales opciones es la utilización de insumos de origen biológico para el manejo de plagas y enfermedades  (bioprotectores) así como para la nutrición de los cultivos (biofertilizantes/bioestimulantes); que han demostrado ser accesibles en precio, mejorar la calidad de los cosechas y evitar el deterioro del ambiente.

Si bien, en México la adopción y aceptación de estos bioinsumos es aún incipiente, existen agricultores o empresas agroproductoras que bien sea por convicción propia o por cumplir con las reglamentaciones y exigencias particulares de sus clientes y del mercado en general ya mencionadas, que ven en ellos una herramienta efectiva que les permite seguir cultivando siendo amables con el medio ambiente y proporcionando alimentos saludables a los consumidores.

Víctor Omar Cota Quintero; es Fundador y CEO de Stella BioAgTech; empresa dedicada a la formulación, desarrollo y mercadeo de bioinsumos para la protección y nutrición de cultivos. Agricultor y Consultor de Agronegocios, enfocado en la sustentabilidad e innovación en la agricultura. Socio de Seed Creative Studio, agencia de agromarketing y de AgroMIC Online que ofrece capacitación y entrenamiento para la producción agrícola. Apasionado por hacer un #agromássustentable y de México una #potenciaagroalimentaria.

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