Con la construcción del centro de innovación, la Fundación Produce da un paso más adelante
Marco Díaz / @Marcodiazr87
La culminación de la Biofábrica del Centro Nacional de Innovación, Capacitación y Transferencia de Tecnología de Sinaloa, que forma parte de la Fundación Produce Sinaloa, representa para Gonzalo Beltrán, colocar a esta institución a la vanguardia en cuanto al impulso del sector primario se refiere.
El Presidente del Consejo Consultivo de la Fundación Produce Sinaloa agrega que esta institución, además de convertirse en un referente nacional, estará a la altura de las necesidades del sector primario de nuestro estado líder en producción de alimentos.
«Para un servidor la dinámica de trabajo no es más que impulsar a Sinaloa en el liderazgo en el tema agrícola. No podemos seguir enfrascados en lo mismo, debemos mirar hacia adelante. Hoy la Fundación Produce Sinaloa está a la vanguardia y se pone al servicio del resto de las Fundaciones del país, con quienes hemos trabajado en hermandad, es un patrimonio que nos pertenece a todos», señala el dirigente.
Único en su tipo a nivel nacional, el Centro de Investigación no solamente tendrá un impacto regional y estatal, sino también dará respuesta a cualquier necesidad que se requiera en el resto del país, explica.
La biofábrica de la FPS nació de la necesidad por renovar las cepas de caña cultivadas en la región de El Dorado, en Culiacán, Navolato y Los Mochis, se pretendía mejorar su rendimiento y calidad.
Sin embargo, al proyecto se le vio potencial y se optó por aumentar su oferta para reproducir in vitro cultivares de papaya, papa, plátano, piña, aguacate, manzana, y lo que los productores requieran para aumentar la oferta de cultivos alternativos.
En el contexto nacional, la precariedad económica se ha vuelto una constante, ante ello la gestión de recursos fue clave para la consolidación de este Centro Nacional de Innovación, Capacitación y Transferencia de Tecnología de Sinaloa.
«Para nosotros es un triunfo ya que hace dos años pusimos el primer bloc, no la primer piedra y aún con los años tan difíciles, con los problemas económicos del país y con la escasez de recursos se consolida un sueño. Demostramos estar hechos en la lucha, en el esfuerzo, los resultados ahí están», indica Beltrán Collantes.
«Tenemos profesionales entregados y capacitados, al servicio del productor, y es que la Fundación Produce es patrimonio de todos los sectores productivos de Sinaloa y como tal dará respuestas a las necesidades de todos, estamos listos para ello».
Transferir el conocimiento
Por su parte, Ramsés Meza, director general de la Fundación Produce Sinaloa, explica que la biofábrica tiene la capacidad para reproducir un millón de vitroplantas, mismas que se han seleccionado de acuerdo a las necesidades de los productores, tomando en cuenta las peticiones de las organizaciones que conforman a la institución; Unión Ganadera Regional de Sinaloa, la Caades, la Liga de Comunidades Agrarias, los Propietarios Rurales e incluso el Gobierno del Estado.
En la zona sur del estado se cuenta con las condiciones para la producción de frutos tropicales, el mango es una de las principales actividades económicas de la zona, sin embargo, también se busca diversificar la producción y ya existe una demanda por cultivares de papaya, plátano, etc. Para la zona centro y norte hay interés en los cítricos, explica Meza Ponce.
La biofábrica será también espacio para cultivar el conocimiento. Actualmente 12 jóvenes, entre estudiantes y recién egresados de la Facultad de Agronomía de la UAS, se especializan en procesos de la reproducción in vitro, bajo la responsabilidad de la doctora Leidy Cortegaza Ávila, quien labora actualmente para la FPS, en un convenio con la Universidad de La Habana.
En 20 hectáreas de superficie que comprende el Centro Nacional de Innovación, Capacitación y Transferencia de Tecnología de Sinaloa, se desarrollarán capacitaciones en diversas actividades sustentables, desde la labranza de conservación hasta la agricultura orgánica.
«Vamos a capacitar a productores en la elaboración de fertilizantes orgánicos como lombricomposta, bocashi, supermagro, etc., y algunos fertilizantes líquidos.
Además daremos capacitación en la elaboración de productos lácteos como yogurth, cajeta, diversos tipos de queso y desde luego tenemos la infraestructura para capacitar y transferir tecnología en el procesamiento de valor agregado a frutales; deshidratados, mermeladas, licores, jugos, conservas, entre otros».
El área cuenta con dos invernaderos de tres mil metros cuadras; uno de ellos a disposición de la biofábrica, como parte del proceso para aclimatar las plantas, y el otro va destinado a la capacitación en agricultura protegida bajo los principios del manejo integrado de cultivos.
Además, destaca el uso de aguas residuales en los cultivos, misma que proviene de los estaque para de tilapia, en los cuales, por cierto, también llevarán a cabo capacitaciones en el proceso de crianza, manejo y engorda de tilapia.
NÚMEROS:
- 20 hectáreas es la superficie del Centro Nacional de Innovación, Capacitación y Transferencia de Tecnología de Sinaloa
- 1 millón de vitro plantas es la capacidad de producción de la biofábrica
- 12 estudiantes de agronomía se capacitan actualmente
- 6 mil productores son capacitados por la FPS cada año
- 2 años fue el tiempo de construcción
- 1 comedor para 100 personas
- 1 aula de capacitación
Evoluciona con la Fundación
Fundada el 10 de febrero de 1996, la Fundación Produce Sinaloa nace con el objetivo de trabajar de forma coordinada con la autoridad estatal y federal, así como con las organizaciones agropecuarias y centros de investigación.
Impulsada por el ingeniero Jorge Kondo López, este organismo es hoy en día un referente a nivel nacional que atiende las demandas de las cadenas agroalimentarias y agroindustriales, a través del apoyo a proyectos de investigación, validación, transferencia de tecnología y adopción, impulsando el incremento de la competitividad del sector, además de promover un desarrollo sustentable.
Son 20 años los que cumple la FPS, y son los mismos que Ramsés Meza Ponce tiene laborando primero como técnico validador y actualmente como director general.
«De 2011 a la fecha hemos tenido una transformación para bien, el impacto ha rebasado nuestras propias expectativas, llegando a los 18 municipios. Esa transformación nos sacó de validar tecnología en los campos experimentales y nos llevó a validar tecnologías con productores cooperantes y posteriormente a transferirlas en el lugar requerido», señala.