Hacer pronósticos del estado del tiempo considerando elementos como neblina, viento, nubes y el sol es un cálculo que también practicaban los hebreos
Redacción
Quizás algunos han oído hablar de las cabañuelas, un cálculo popular ancestral practicado por nuestros antepasados para predecir el tiempo en beneficio de la agricultura, como lo hacían los Mayas y fue retomado por los Aztecas, el cual era basado en la observación de elementos como la neblina, el viento, las nubes y el sol, y representaban sistemáticamente los 12 primeros días del mes de enero.
Bladimir Salomón Montijo, responsable de la Estación Climatológica de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), especificó que este término de predicción meteorológica sin base científica, no es exclusivo de México, ya que también era practicado por los hebreos en Babilonia, y en países como España y la India.
“Es todo un ritual de cómo se aplica esas observaciones para poder hacer esos pronósticos del estado del tiempo o clima en los meses venideros, el cual varía en nuestra región, así como en otros lugares de la República Mexicana”, expuso.
Por su parte, Rafael Santos Cenobio, académico de la Facultad de Historia, expresó que el término cabañuelas es poco empleado y conocido por las nuevas generaciones.
“Las interpretaciones que se dan y se van haciendo con base en un conjunto de señales que se ven desde muy temprano hasta el anochecer, cada día se vuelven más complicadas por el calentamiento”, señaló.
De la interpretación, los investigadores coincidieron en que esta se basa sistemáticamente en representar los 12 primeros días del mes de enero asignándole un mes a cada uno, es decir, el día primero representa enero, el 2 a febrero y así sucesivamente hasta llegar al día 12, que representaría diciembre, para continuar con el día 13 la cuenta regresiva, determinando que dependiendo el número, este representa al mes del año, como ejemplo el 5 de enero representa a mayo y según nuestros ancestros ese día haría calor aun cuando se estuviera en invierno.
Cabe mencionar que este cálculo ancestral, que no solo tomaba en cuenta este ir y venir de los días, sino que en estos también están inmersas las horas que representan el clima, lo que forma parte de todo un ritual milenario que sin métodos científicos pronosticaban de manera certera las condiciones.
Sin embargo, ambos investigadores expresaron que hoy es más difícil interpretarlo ya que el clima se mueve cada día más debido al calentamiento global.