Por: Samuel Sarmiento. Asesor agroindustrial y financiero.
Los dos pilares de la banca de desarrollo del Gobierno Federal, FIRA y Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, son los encargados de inyectar los recursos para que las actividades primarias cumplan sus ciclos económicos, desde la preparación del suelo, siembra, fertilización, riegos, control de plagas y acompañamiento técnico, hasta llegar a la cosecha.
Tan sólo este año, el programa de FIRA reporta un estimado de 21,000 millones de pesos de financiamiento para el campo de Sinaloa, mientras que Financiera Nacional trae un presupuesto de 9,753 millones de pesos.
Ambas instituciones financieras en el estado, siempre se han distinguido a nivel nacional por ser ejemplos en recuperación de cartera, con un margen máximo del 2%.
Esto quiere decir que los productores sinaloenses siempre cumplen con sus obligaciones financieras, pero este año podría ser la excepción, debido a las condiciones del mercado internacional y la nueva política en favor de los industriales.
Hace unos días, los productores agrícolas con el apoyo de Diputados Locales, Federales, Senadores y la gestión del propio Gobernador se logró una buena actualización del ingreso objetivo del maíz de 3,960 a 4,150 pesos por tonelada.
Un buen precio, no obstante, se dejó fuera de la negociación, quizá el elemento más importante de la Agricultura por Contrato: la BASE.
Cuando se acordó el precio del maíz en 4,150 pesos por tonelada, se declaró que este precio se alcanzaría mediante una renegociación de la BASE y un mayor apoyo del Gobierno Federal.
Sin embargo, al abrir ventanillas de la Agricultura por Contrato se publicó nuevamente la misma BASE de 41 dólares para el maíz de Sinaloa.
¿Qué significa esto?
Poniendo como ejemplo el cierre de la Bolsa de Chicago del martes 16 de abril, los Futuros de Maíz a julio cerraron en 144.8 dólares, más la BASE de 41 dólares y considerando el tipo de cambio fix de 18.7719 se integra un precio de 3,487 pesos por tonelada de maíz de Sinaloa.
Este precio de 3,487 pesos por tonelada será el cheque que reciba el productor por parte del Centro de Acopio, una vez que entregue su cosecha, y tendría que esperar un apoyo complementario al Ingreso Objetivo de 663 pesos por tonelada, que estoy seguro no llegará antes de mediados de agosto, cuando vencen los avíos por parte de la Banca de Desarrollo.
Eso significa que las instituciones financieras le prestaron a los productores tomando en consideración, en ese tiempo, un precio de 3,960 pesos por tonelada, y recibiría únicamente 3,487 pesos por parte de los industriales.
La diferencia implica que caerán en cartera vencida los productores sinaloenses, quienes han sido ejemplo nacional de productividad y cumplimiento en sus obligaciones financieras.
Cartera vencida que quizá signifique la imposibilidad de siembra para el próximo ciclo agrícola 2019-20.
Espero equivocarme, pero si no cambian las condiciones del mercado, ni la BASE de 41 dólares, y el Gobierno Federal sigue tardando entre 1 y 3 años en pagar los apoyos, sin lugar a dudas, este será el resultado.
Las posibles soluciones son renegociar la BASE del maíz de 41 dólares (aún cuando estén los contratos), que se aceleren los pagos de los apoyos por parte de SADER, o que la Banca de Desarrollo amplíe los plazos de los avíos.
El escenario no se ve fácil, pero #AlguienTieneQueDecirlo.