· La variedad “Coloso” reduce ciclos de siembra y cosecha del chile serrano, con lo que disminuyen los riegos de plagas y enfermedades por el tiempo de exposición en el campo.
· Presenta alto rendimiento, precoz a cosecha, con mejor respuesta a factores adversos de clima y mayor tolerancia al ataque de mancha bacteriana, a cenicilla polvorienta y minador de la hoja.
· Se produce de 15 a 20 toneladas por hectárea en el primer mes de cosecha y puede superar las 90 toneladas por hectárea en producción total a cielo abierto, lo que representa 40 por ciento de mayor rendimiento.
Redacción
Ciudad de México, agosto de 2019._ Con el propósito de abatir los extensos ciclos de siembra y cosecha del chile serrano y, con ello, reducir los riegos de plagas y enfermedades por el tiempo de exposición en el campo, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrolló un híbrido capaz de apresurar el proceso de maduración y así contribuir a una mayor rentabilidad para los productores.
A través del Programa de Mejoramiento Genético en el Campo Experimental Las Huastecas, del Centro de Investigación Regional Noreste (CIRNE), se liberó la variedad mejorada de chile serrano “Coloso”, el cual ya es un referente en la región por sus características y beneficios al reducir los costos de producción y ofrecer un mejor control del cultivo.
Los especialistas del Instituto –organismo descentralizado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader)- destacaron que “Coloso” es el primer hibrido de chile serrano de origen nacional, una tecnología resultado de la demanda de los productores por utilizar materiales que garanticen frutos frescos y de calidad.
Esta variedad, agregaron, presenta alto rendimiento, precoz a cosecha, con mejor respuesta a factores adversos de clima y mayor tolerancia al ataque de mancha bacteriana, a cenicilla polvorienta y minador de la hoja.
Muestras también una ventaja importante frente a sus competidores, además de que aminora el uso de agroquímicos, con prácticas agronómicas que reducen el impacto ambiental y mantiene en excelente calidad el producto.
Además, responde bien a los ambientes áridos y presenta mayor producción total en riego por gravedad y fertirrigación, siendo esta última más favorable, indican los especialistas del Inifap.
Otras características es que inicia entre los 100 y 105 días después de la siembra, produce de 15 a 20 toneladas por hectárea en el primer mes de cosecha y puede superar las 90 toneladas por hectárea en producción total a cielo abierto.
Esto representa 40 por ciento de mayor rendimiento para el productor, comparado con los híbridos comerciales actuales, aseguraron los investigadores.
A nivel global, México ocupa el segundo lugar como productor de chile verde con una producción al año de más de tres millones 300 mil toneladas, con una aportación de dos de cada ocho toneladas de la hortaliza a la oferta mundial, destacan datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap).