Marcela Hernández/ @marubih
Culiacán, Sinaloa, 24 de agosto de 2016._ De poco o nada sirve tener todo un protocolo para buenas prácticas de producción en una empresa si la cultura organizacional no es buena, planteó Liov Karel Beraud Martínez.
Al disertar la conferencia Buenas prácticas de manufactura y cultura organizacional, en el Seminario Inocuidad y Calidad Alimentaria, organizado por la Universidad de San Miguel, el especialista comentó que resulta útil que el empleado de una empresa dedicada a los alimentos se pregunte qué está haciendo para que el consumidor tenga derecho a un alimento inocuo.
“Quizá el día de hoy por la mañana sea productor y por la tarde, me pongo la camiseta de consumidor, tengo que saber cómo cuidar esa parte de inocuidad y calidad”, expuso.
“La Maestría (en Inocuidad y Calidad Alimentaria) es un esfuerzo importante, se conjuntan la academia y la vida productiva, al generar profesionistas que nos ayuden en la parte social”.
Afirmó que en la parte industrial, se van formando expertos para llegar al campo laboral con un mejor conocimiento del servicio, tiempo de operación y que haya garantía de que no habrá daño al consumidor a través de buenas prácticas.
Ejemplificó que es importante que las buenas prácticas no se vuelvan en contra, al utilizar químicos como cloro o sosa caústica para desinfectar alguna superficie, se deben conocer las concentraciones para que los residuos no contaminen el producto y se genere un daño a la salud.
“Se debe tener al experto en el campo productivo, qué relevancia tiene la cultura organizacional, como empresa, es importante que la gente sepa como parte de la organización cómo nos van a beneficiar, tener un sistema de inocuidad de nada sirve cuando la gente no está convencida del día a día del trabajo, de qué es estar trabajando para una empresa”, expresó.
Aunque los riesgos no se pueden eliminar, enfatizó que se puede disminuir mucho la presencia de algún agente químico biológico que cause daño a la salud del consumidor.
