Perla Álvarez Sainz se integró a la agricultura como consecuencia de un lamentable suceso, la pérdida de su padre, Emilio Álvarez
Marco Díaz | Twitter @Comentarios__Sin
Costa Rica, Sinaloa._ La agricultura es una actividad generacional, que en muchas ocasiones se hereda de los padres y los abuelos. Para Perla Álvarez, integrarse a la producción de maíz fue consecuencia del intempestivo fallecimiento de su padre, el Lic. Emilio Álvarez.
La hija de quien fuera presidente de la Asociación de Agricultores del Río San Lorenzo, destaca con orgullo el cómo tanto ella como su madre tomaron al toro por los cuernos para honrar la memoria del finado líder agrícola en el Valle de San Lorenzo.
La agrícola Alteza se fundó hace poco más de 10 años, debido a la relación de amistad y de trabajo que su madre tuvo con diversos organismos agrícolas de la región.
“De hecho inició el año de la helada, empezó con ese problema cuando prácticamente todo su maíz se le heló, se le quemó. Y ahora que no está, en el campo veo reflejado el cariño y el amor que le agarró a la agricultura, a la producción de alimentos”.
Enfocada en continuar preparándose para continuar fortaleciendo a la agrícola a través de una buena administración, se establece como reto hacer un posgrado en finanzas.
“Cuando murió mi papá nosotros tuvimos la ventaja de que los trabajadores de la empresa fueran leales y amables con nosotras. Nos recibieron con gusto y nosotras se los hemos agradecido. En estos dos ciclos agrícolas hemos formado una familia”.
Álvarez Sainz va fortaleciendo su aprecio a la tierra y atravesando diversos retos como el hecho de ser mujer en una actividad históricamente limitada para hombres.
El primer año, recuerda, “le entraron” madre e hija con determinación, aunque también con miedo la incertidumbre del costo de los insumos y el precio de los granos; “la agricultura también son números, cuidar los costos, buscar seguir en la actividad ante tiempos buenos y tiempos malos, lo importante es no desanimarse y no perder la fe”, considera.
La joven agricultora indica que en la administración de la agrícola se busca negociar con los proveedores a través de las compras consolidadas.
“Lo imposible no existe para una mujer. Solo nos toma más tiempo conseguirlos. Yo les digo, luchen por sus sueños, que nadie te diga que no puedes y demuestra que las mujeres también somos chingonas”.
Por último, agradece a su padre por convertirla en una mujer luchadora, quien le enseñó que los límites no existen y es posible llegar a donde uno se proyecte; “seré su gran orgullo y sacaré adelante el legado que dejaste, como motivación y gran ejemplo. Gracias por ser el mejor papá del mundo”, concluyó.
