Durante su conferencia sobre el uso del agua de riego para maíz, Antonio García, representante de Bayer, habló de su eficiencia e impacto en los rendimientos
Guasave, Sin., 19 de enero de 2024._ El productor puede tomar decisiones muy acertadas en torno al momento de riego y al estrés hídrico en su cultivo de maíz, en función de los trabajos de investigación que Bayer ha realizado durante 12 años.
Previo a disertar su conferencia «Uso del agua de riego para maíz», organizada por la Asociación de Agricultores del Río Sinaloa Poniente, el ingeniero Antonio García indicó que los productores deben considerar etapas críticas para evitar el estrés hídrico en su cultivo.
«Si solamente tienes tres riegos de auxilio puedes prolongar lo más posible el primer riego de auxilio, llevarlo a la etapa vegetativa más avanzada posible, por ejemplo V8, V9. El segundo riego de auxilio colocarlo en la aparición de la espiga para que el maíz esté ya jiloteando y dejar el último riego de auxilio para la etapa de grano masoso de elote, con humedad residual impactar la etapa crítica que es R4», comentó.
García Espinoza consideró que el 2024 es un año complejo, caracterizado por el estrés hídrico que tendrá impacto en los rendimientos, situación que se sabrá hasta la cosecha, más que la cantidad de agua, consideró, es el momento de la aplicación del riego.
¿Se exagera con el uso del agua en la región?
Sí, y no lo dice Bayer, lo dice el Inifap en el mejor de los casos del 40 al 50%, agua que se coloca en el surco y que la planta no puede absorver. Tenemos una ineficiencia grande en el maíz.
Opinó que es la forma en que se aplican los riegos la que impacta incluso en el rendimiento; considerando el exceso del agua. Asimismo, pidió a los interesados acercarse a los representantes de Bayer como Dekalb y Asgrow; «ellos están completamente capacitados en este tema, que les soliciten información sobre todo en los momentos de riego que puede impactar en el rendimiento».
Por último indicó que el impacto de cosechar maíz con tres riegos de auxilio podría ser entre un 5% y 10% en el rendimiento, dependiendo de diversas variables como el momento de riego y la genética.