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La huella hídrica en la agricultura; porqué y cómo medirla.

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Por la falta de agua, se han dejado de sembrar miles de hectáreas en la región del bajío, esto por la falta de agua en las presas; se requiere lograr eficiencia en el uso del agua para la producción de alimentos

Esteban Michel Ramírez | Director de PROAIN

Producir más con menos es el reto actual de la Agricultura Mundial, el cual cobra vigencia e importancia ante la grave escasez y uso irracional del agua y el encarecimiento de algunos insumos agrícolas de origen sintético, los cuales además de caros, en algunos casos, son altamente contaminantes.

Medir la huella hídrica, en todas las actividades económicas, es una tarea pendiente en todo el mundo, muy pocos lo hacen y en la Agricultura es una tarea urgente, porque es una actividad que consume más del 77% del agua, la productividad del agua es otro indicador que cobra relevancia, ante la necesidad de producir más con menos agua.

En 2015, el mundo se comprometió con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) No 6 como parte de la Agenda 2030: la promesa de que todos tendrían agua y saneamiento gestionados de forma segura para 2030. A día de hoy, nos encontramos muy lejos de conseguirlo.

Desafortunadamente en la Agricultura beneficiada con irrigación, se registran eficiencias globales de riego (EGR) muy bajas,  por las grandes pérdidas en la conducción del agua y en su aplicación a nivel parcelario, cuyos métodos de riego dispendian mucha agua por mal diseño y otros factores como la falta de nivelación y tendidos de riego superiores a 300 metros lineales, es por ello que  “La FAO trabaja con los países para asegurar que el uso del agua en la agricultura sea más eficiente, productivo y respetuoso con el medio ambiente. Esto implica producir más alimentos, utilizando menos agua.” ODS 6. Agua potable y saneamiento | Objetivos de Desarrollo Sostenible | Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (fao.org)

En el estado de Sinaloa, se tienen mas de 800 mil hectáreas de riego, de las cuales cerca de 550 mil se siembran con maíz grano en el ciclo Otoño invierno, con rendimientos promedio de de 12.1 ton/ha, sobresaliendo el municipio de Angostura que registró en el ciclo O-I 2021/2022 en 46 mil hectáreas, un rendimiento promedio de 13.1 t/ha (SIAP. 2022).

La falta de lluvias registrado a la fecha, 22 de junio del 2023, ha generado preocupación en las zonas bajo temporal, porque se han retrasado las siembras, en la región Centro Occidente, en el Altiplano y en otras importantes regiones agrícolas del país, pero más preocupación existe en los Valles agrícolas bajo riego, por el riesgo de que las presas no alcancen los niveles de almacenamiento requeridos, para garantizar la siembra en el próximo ciclo otoño-invierno

Ahora el Cambio Climático ha cambiado el patrón y cantidad de precipitación pluvial, cuyos datos más preocupantes son los 4 años con menos de 500 mm anuales registrados en el Estado de Guanajuato, en los últimos 12 años; actualmente al 22 de junio el registro de lluvias es de 9.8 mm (CONAGUA. 2023)  Estos datos son preocupantes ¿Qué debemos hacer?

En la última década, se ha agravado la situación mundial del agua y esto ha derivado en propuestas para lograr su conservación y uso racional, cuya aplicación desafortunadamente no ha tenido los resultados esperados.

La huella hídrica (HH) es un indicador tanto del volumen de agua utilizado para producir un bien o un servicio, como por su origen; la huella verde proviene del agua de la lluvia almacenada como humedad en el suelo, la huella azul es el agua superficial y subterránea y la huella gris es el agua contaminada. La suma del agua verde, el agua azul y el agua gris que requiere un producto o servicio dentro de todo el proceso de elaboración será su huella hídrica.

El consumo de agua en México asciende a 148,527 Hm3/año, de los cuales el 73.4% son huella hídrica verde, proveniente de la lluvia y la mayoría se aplica en la Agricultura.

¿Cuál es la diferencia entre agua virtual y Huella Hídrica?

Pues prácticamente son los mismo, solo que la HH como ya se mencionó, registra el origen del agua y se puede medir su productividad y en resumen, “es un indicador de toda el agua que utilizamos en nuestra vida diaria; para producir nuestra comida, en procesos industriales y generación de energía, así como la que ensuciamos y contaminamos a través de esos mismos procesos.”

De acuerdo a CONAGUA, “agua virtual (AV) representa el cálculo de la cantidad total de agua que se requiere para obtener un producto, lo cual incluye el agua utilizada durante el cultivo, el crecimiento, procesamiento, fabricación, transporte y venta de los productos. Para cada alimento y producto agrícola o industrial se puede calcular el contenido de agua virtual y se dice que es virtual porque no está presente en los productos ­finales.”

Bajo el modelo de Agricultura Sostenible Regenerativa se ha logrado reducir la huella hídrica en la producción de granos, toda vez, que el sistema de Labranza de Conservación (LC) o siembra directa (SD) por sí mismo, debido al mantillo protector del rastrojo sobre la superficie, permite ahorrar un 20% del agua en el suelo, debido que ésta se mueve como vapor de agua entre los microporos del suelo y al moverse hacia la superficie, topa con la capa de residuos, se condensa y regresa al suelo.

Adicional si se combina con la tecnificación de riego, utilizando riegos presurizados, como un sistema de riego por goteo subsuperficial (SSP), el ahorro es superior al 50%, se tienen registros de que la cebada bajo riego rodado en el sistema tradicional requiere de 1150 litros para producir un kilogramo de grano y con el riego por goteo referido y LC solo se consumen 540 litros para producir un kilo de cebada, reduciendo, por tanto, la huella hídrica. Con los datos mencionados se puede calcular la productividad del agua, obteniéndose 869 gramos de cebada/1 m3 de agua en riego rodado, en comparación con los  1851 gramos/ 1 m3 de agua que se obtienen bajo riego por goteo SSP.

Uso de tensiometro en cultivo de maíz.

Para medir la huella hídrica en la agricultura se requiere tener medidores de flujo que mide el gasto y volumen de cada fuente de agua en litros por segundo (l/s) y metros cúbicos, debiendo colocarse a la salida del pozo y estanques. Asimismo, para hace un uso racional del agua, en las parcelas se deberá medir el contenido volumétrico del agua en el suelo, tomando como base las constantes de humedad, como Capacidad de Campo (CC) y Punto de Marchitamiento Permanente (PMP) obtenidas de su análisis, utilizando equipos de medición portátiles, como TDR, con lo cual se puede calcular las láminas de riego que se requiere aplicar en el próximo riego,  para cubrir el volumen de agua necesario para llegar a CC;  también se puede medir la tensión de humedad del suelo (THS) en kilopascales o centibares con sensores de humedad como las sondas watermark y tensiómetros. Medir el agua suministrada al cultivo vía riego y la lluvia efectiva  en milímetros (mm)  captada durante el ciclo productivo, nos permitirá calcular la huella hídrica del cultivo en m3 de agua por tonelada (t) producida, expresado como m3/t .

Uso de tensiómetros para medir la humedad del suelo en diversos cultivos.

Ing. Esteban Michel Ramírez es actualmente director de PROAIN, agrónomo con especialidad en fitotecnia por la Universidad Autónoma de Chapingo.

Con amplia experiencia en el Centro de Desarrollo Tecnológico Villadiego (FIRA), en Valle de Santiago, Guanajuato. También fue gerente de desarrollo de una de las principales semilleras de maíz en México.

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