Con un manejo sustentable, disminuyendo costos de producción y haciendo mínima labranza, Diego Monjardín logró un buen rendimiento con maíz amarillo
Marco Díaz
Sataya, Navolato, Sin., mayo de 2020._ Con el interés de facilitar la comercialización de su cosecha, además de disminuir sus costos de producción, Diego Monjardín estableció maíz amarillo bajo agricultura de conservación, haciendo también una reconversión de cultivos.
Durante la trilla de su parcela, el productor asegura romper el paradigma de que el maíz amarillo no es de alto rendimiento en Sinaloa, o que no se puede obtener buenos resultados con prácticas sustentables, tras obtener 14.6 toneladas por hectárea.
Monjardín Ureta, que también es socio de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, detalla que su siembra, realizada con mínima labranza, se estableció en un momento complicado por la falta de agua en la región.
“Estimaba una producción de 13 toneladas. Sin embargo, ya evaluado el maíz tenemos una producción de 14.6 toneladas (por hectárea) ya ajustadas en producción, lo cual es muy satisfactorio dado que con esto rompemos el paradigma de maíz amarillo que tradicionalmente existe en Sinaloa”.
El productor agrícola asegura que con esto se demuestra que el maíz amarillo es una buena opción para disminuir la superficie de blanco, disminuyendo también la presión entre la oferta y la demanda al momento de comercialización.
Agregó que utilizó un microgranulado en base a fósforo para fortalecer el desarrollo radicular de la planta y, al cierre de cultivo, utilizó una fuente de nitrógeno líquido, en lugar de usar amoniaco como tradicionalmente lo hacía.
“El desarrollo del cultivo fue favorable y eso lo puedo constatar, con un rendimiento que me satisface porque me hace competitivo el tema del manejo del costo comparado con el costo”.
Por último, invitó a los productores a reconsiderar al maíz amarillo como una opción rentable, sobre todo cuando se establece con un manejo con base en los principios de agricultura sustentable; optimización de nutrientes, cero o mínima labranza, rotación de cultivos, etc.
