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Agricultura, Riego

Mexicanos gastan tres veces más agua que el promedio mundial respecto a la huella hídrica.

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Es un fenómeno de consumo exagerado, sobre todo en el noroeste del país, advierte José Saturnino Díaz

Redacción

(Boletín informativo) Culiacán, Sin., 15 de septiembre de 2024._ Los mexicanos y especialmente los del noroeste del país gastan tres veces más agua que el promedio mundial respecto a la huella hídrica, consideró José Saturnino Díaz.

El investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa dijo que, para tener una idea de lo que habla el promedio mundial es de mil 385 metros cúbicos anuales y nuestro país está en los mil 978 metros cúbicos al año, un fenómeno de consumo exagerado.

Los mexicanos y especialmente los del noroeste del país gastan tres veces más agua que el promedio mundial respecto a la huella hídrica, consideró José Saturnino Díaz.

El investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa dijo que, para tener una idea de lo que habla el promedio mundial es de mil 385 metros cúbicos anuales y nuestro país está en los mil 978 metros cúbicos al año, un fenómeno de consumo exagerado.

Si te preguntas qué es la huella hídrica, mencionó, es el uso oculto del agua que tienen todos los productos para ser creados, la cual está implícita en todo aquello que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades desde el consumo de los alimentos, la ropa que nos ponemos, el vehículo que nos transporta, o bien los muebles de casa entre muchos otros artículos.

«Normalmente pensamos que el agua que consumimos tiene que ver con aquella que solventa nuestra sed, la que utilizamos para lavar la ropa, regar plantas, bañarnos, etcétera, sin embargo, viene de un origen mucho más amplio que tiene que ver con las cadenas de producción de una gran cantidad de productos”, explicó.

Bajo este concepto, detalló que se tiene el agua directa que tiene que ver con la cantidad de agua empleada para elaborar un producto de consumo, mientras que el agua virtual o indirecta esta pasa a ser desapercibida por el consumidor al entenderse que esa agua se ha consumido a lo largo de la creación de un producto o servicio.

«Ahora nosotros cuando observamos un objeto o vehículo, el calzado o bien un teléfono, todo aquello que está alrededor de nosotros, nunca consideramos que para que lo tengamos a la mano se requiere de una gran cantidad de agua porque esa no la vemos tácita mente implícita en él», detalló.

Sobre por qué es fundamental definir nuestra huella hídrica de lo que consumimos, dijo, obedece a la responsabilidad social y civil que debemos tener dado que en los tiempos que se está viviendo está el calentamiento global y la escasez del agua, producto de la escasez de lluvia.

«Un ejemplo de que no vemos implícita el agua, un kilo de algodón empleado en nuestra ropa requiere de aproximadamente 10 mil 800 litros de agua, solo un kilo de algodón de tal manera que el 45% de esta es para riego de las plantas de algodón mientras que un 41% S+se evapora y el 14% es el agua necesaria para diluir el agua residual”, citó.

Con este simple ejemplo, nos indica la estratosférica cantidad de agua que se requiere para una playera de algodón de 250 gramos la cual puede presentar una huella hídrica de 2 mil 700 litros de agua.

 Ahora bien, añadió que consideren este sólo ejemplo para el resto de todos los productos que se utilizan, por lo que en ese sentido exhortó a hacer un uso eficiente del vital líquido que es el agua.

Si te preguntas qué es la huella hídrica, mencionó, es el uso oculto del agua que tienen todos los productos para ser creados, la cual está implícita en todo aquello que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades desde el consumo de los alimentos, la ropa que nos ponemos, el vehículo que nos transporta, o bien los muebles de casa entre muchos otros artículos.

«Normalmente pensamos que el agua que consumimos tiene que ver con aquella que solventa nuestra sed, la que utilizamos para lavar la ropa, regar plantas, bañarnos, etcétera, sin embargo, viene de un origen mucho más amplio que tiene que ver con las cadenas de producción de una gran cantidad de productos”, explicó.

Bajo este concepto, detalló que se tiene el agua directa que tiene que ver con la cantidad de agua empleada para elaborar un producto de consumo, mientras que el agua virtual o indirecta esta pasa a ser desapercibida por el consumidor al entenderse que esa agua se ha consumido a lo largo de la creación de un producto o servicio.

«Ahora nosotros cuando observamos un objeto o vehículo, el calzado o bien un teléfono, todo aquello que está alrededor de nosotros, nunca consideramos que para que lo tengamos a la mano se requiere de una gran cantidad de agua porque esa no la vemos tácita mente implícita en él», detalló.

Sobre por qué es fundamental definir nuestra huella hídrica de lo que consumimos, dijo, obedece a la responsabilidad social y civil que debemos tener dado que en los tiempos que se está viviendo está el calentamiento global y la escasez del agua, producto de la escasez de lluvia.

«Un ejemplo de que no vemos implícita el agua, un kilo de algodón empleado en nuestra ropa requiere de aproximadamente 10 mil 800 litros de agua, solo un kilo de algodón de tal manera que el 45% de esta es para riego de las plantas de algodón mientras que un 41% Se evapora y el 14% es el agua necesaria para diluir el agua residual”, citó.

Con este simple ejemplo, nos indica la estratosférica cantidad de agua que se requiere para una playera de algodón de 250 gramos la cual puede presentar una huella hídrica de 2 mil 700 litros de agua.

 Ahora bien, añadió que consideren este sólo ejemplo para el resto de todos los productos que se utilizan, por lo que en ese sentido exhortó a hacer un uso eficiente del vital líquido que es el agua.

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