Samuel Sarmiento. Economista, asesor agroindustrial y financiero.
#AlguienTieneQueDecirlo
Si bien es cierto, cada año la comercialización del maíz tiene sus particularidades, este año con un nuevo Gobierno Federal proveniente de la izquierda todo apuntaba a que sería más complicado.
De entrada, el Ejecutivo Federal presentó una propuesta de presupuesto de SADER con un 20.5% menos que en el 2018, y el renglón que más nos interesa a los sinaloenses que es la comercialización, el nuevo programa de «Agromercados Sociales y Sustentables» traía un 44.5% menos que el año pasado en el Programa de Apoyos a la Comercialización.
Cabe señalar que por la importancia de esta dependencia, todos los años se le incrementaba el presupuesto hasta que llegó la «Cuarta Transformación» con sus programas sociales y se le dio tijerazo a todos los programas sin ningún tipo de criterio, sólo argumentando corrupción. Esa fue la palabra mágica que permitió recortar sin explicar.
Después de múltiples gestiones y movilizaciones de las organizaciones agrícolas sociales y privadas, se logró incrementar el presupuesto de SADER a 65,434.9 millones de pesos, aun así 9.3% menos que en el 2018 y el programa de «Agromercados Sociales y Sustentables» en 6,707.7 millones de pesos, es decir 31.2% menos que el 2018.
Menos presupuesto ya avizoraba un panorama desolador, a lo que había que sumarle la «curva de aprendizaje» de los nuevos funcionarios federales.
Ambos elementos ocasionaron que por primera vez desde que se implementó la Agricultura por Contrato, como mecanismo de comercialización de los granos, llegáramos hasta a junio sin contratar la cosecha.
Que un agricultor no contrate su cosecha implica que en lugar de contratarla en $4,204 por tonelada como cerró la Bolsa de Chicago el 14 de junio,tendrán que rematarla a los «coyotes» en $3,400 por tonelada, como ya está ocurriendo en el norte del estado.
Fue hasta el viernes 7 de junio «cuando se les ocurrió» a las autoridades federales publicar los apoyos a la movilización. Apoyos que son necesarios para que vengan los compradores pecuarios desde Jalisco y el centro del país hasta Sinaloa a comprar maíz blanco, cuando ellos pueden importar maíz amarillo.
Esto ocasionó que la contratación se estancara en 4.2 millones de toneladas de las 6 millones que ya se están cosechando. Es decir, alrededor del 30% de la cosecha estaba en riesgo de rematarse y los productores de caer en cartera vencida.
Finalmente, el 14 de junio los funcionarios de ASERCA y SADER anunciaron que «por enésima vez» se ampliaría la ventanilla de contratación una semana más y que ahora sí vendrían los compradores, porque ya les pagaron los apoyos pendientes y que por eso no venían.
Para dimensionar la importancia que tiene la comercialización del maíz, basta decir que tiene un valor superior a los 22,000 millones de pesos, el 45% del sector agrícola.
Esperemos que se contrate toda la cosecha, para que el productor tenga certidumbre en su ingreso y no quede a merced de los «voraces coyotes» ni de las bodegas que pretenden hacer su agosto y eso #AlguienTieneQueDecirlo